Tecnología enrollable: portátil, irrompible y diez veces más rápida
El grafeno es un material que podría revolucionar los futuros procesadores con su flexibilidad, rápidez y resistencia de diamante
Un futuro prometedor
¿Computadoras flexibles, irrompibles, táctiles y hasta diez veces más rápidas?
Quizá pronto sea posible gracias a la unión del silicio y el grafeno, un material con el que se ha comenzando a experimentar en el desarrollo de nuevos procesadores "todo en uno".
A continuación conoce más sobre este proyecto, de acuerdo con información publicada en un artículo de la revista Quo.
Enrollable, táctil y conectividad total
¿Cansado de no poder cargar todo el día con la PC, que la pantalla de tu teléfono sea muy pequeña o que la red 3G sea demasiado lenta?
La solución podría encontrarse en nuevos procesadores elaborados de grafeno.
El grafeno es un material capaz de convertirse en monitor (dado a su apariencia transparente) y procesador (con una velocidad 10 veces mayor al silicio, utilizado comúnmente en los aparatos electrónicos).
Además, es irrompible como el diamante y tiene la capacidad de enrollarse y plegarse a voluntad de quien lo utiliza.
¿Cuándo podríamos ver este material en aparatos comerciales?
Este año se espera que Samsung, en colaboración con la Universidad Sungkyunkwa, de Corea del Norte, presente las primeras pantallas enrollables, táctiles y con circuitos invisibles.
La ventaja del grafeno por sobre el silicio es su conductividad, ya que deja pasar todos los electrones; mientras que el segundo, al ser un semiconductor, admite que se le indique cuándo transmitir corriente y encender los millones de transistores que forman el procesador y cuándo no.
Construyendo el futuro...
Existen 3 propuestas latentes para dirigir al grafeno en la realización de funciones.
Una de ellas es la de Francisco Guinea, uno de los físicos especializados en estudiar el grafeno desde la década pasada y el segundo investigador que más textos ha publicado al respecto.
“Si aprendemos a guiar los electrones a un lugar concreto, podremos fabricar circuitos. Es la gran diferencia con el silicio: a éste le hacen falta contactos metálicos entre las partes del circuito. Pero con el grafeno se puede hacer todo de una sola pieza. Es un avance considerable”, afirma en un artículo publicado en Science.
Se busca aprender a dirigir los electrones por medio de transistores de 100 Ghz o 300 Ghz que ya han sido desarrollados por empresas como IBM pero que no comercializan por ser consideradas “joyas de laboratorio”.
El segundo método es el de Tomás Palacios, profesor de Ingeniería Eléctrica y Computación del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) quien habla de “controlar la conductividad del grafeno usando dos capas de este material, una encima de otra, y en una orientación determinada”.
Así se logra abrir y cerrar el paso de corriente a placer.
Y un último método es el llamado “dopaje químico”: se añade una sustancia (hidrógeno, oxígeno...) que convierta la plancha de grafeno en aislante (que no conduzca), se quitan esas sustancias solo de las “rutas” por las que se quiera que circule la corriente.
Un material multitareas.
El profesor e ingeniero del MIT, Tomas Palacios, también ha encontrado en el grafeno otras aplicaciones:
“Ya que el grafeno está formado por una única capa de espesor, los transistores son muy sensibles a cualquier molécula que se deposite en su superficie. Por eso, es un material idóneo para fabricar sensores químicos y biológicos, de ADN, por ejemplo”.
Su grupo de investigación fabricó un sensor para detectar hidrógeno y están trabajando con otros detectores de explosivos y células biológicas.
Además, el grafeno también puede ayudar en el diseño de infrarrojos para fabricar cámaras de visión nocturna con mejor resolución.
Otra ventaja es su capacidad de multiplicar la señal que sea: esto es, que cualquier conexión, inalámbrica o no, llegue con toda su potencia a los dispositivos que reciban datos de ella, porque tendrán una especie de “repetidor”.
Algunos de estos inventos combinarán la “sensibilidad” del grafeno con la “habilidad” del silicio.
Ya que el material que dio nombre a Silicon Valley lleva 40 años de ventaja en cuanto a industrialización e investigación puede ser un buen complemento del grafeno, más que un competidor.
Carbono, diamante y un toque de grafito.
Este "nuevo material" está por casi todas partes, pero “empaquetado” como carbón, diamantes o grafito.
Estos materiales formados por estructuras de carbono fueron investigados en 2004 por Andre Geim y Kostya Novoselov, de la Universidad de Manchester en el Reino Unido.
La sorpresa para estos científicos se dio mientras estudiaban elgrafito. Para quitar las impurezas de éste utilizaban celofán para arrancar las capas superficiales del material.
En ese momento Gein, al revisar los desechos, encontró una estructura de carbono formada por un solo átomo, a la cual posteriormente denominó grafeno.