WASHINGTON. El presidente Barack Obama defendió ayer que la reforma sanitaria promulgada en 2010 está funcionando bien, pese a que "no hay excusas" para los fallos en la web para contratar los nuevos seguros médicos, un problema que le tiene "frustrado", y que prometió que será resuelto.
"Déjenme recordar a todo el mundo que la Ley de Cuidado Asequible no es solamente una web, es mucho más", enfatizó Obama en una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca, acompañado de beneficiarios de la reforma.
No obstante, la web www.healthcare.gov "está yendo demasiado lento, la gente se queda bloqueada (cuando intenta inscribirse)... No hay excusa para estos problemas", admitió Obama, al acotar que nadie está más "frustrado" que él con esta situación.
Pese a esos problemas, que están siendo usados por los republicanos para renovar sus ataques contra la reforma sanitaria, Obama dijo que "miles de personas" se han inscrito en los nuevos mercados de seguros médicos, abiertos desde el pasado 1ro de octubre.
Según Obama, desde entonces, "más de medio millón de consumidores en todo el país han podido hacer sus solicitudes" para inscribirse en uno de esos seguros.
Se calcula que casi 48 millones de personas -un 15 % de la población del país no tiene cobertura sanitaria- podrán acceder a esos seguros a precios asequibles o beneficiarse de subsidios federales.
El objetivo es que el mayor número de personas posible tenga una cobertura sanitaria garantizada para el 1ro de enero de 2014, cuando debe entrar en vigor la obligatoriedad del seguro médico.
El presidente insistió en que su Gobierno está "haciendo todo lo posible" para mejorar la web www.healthcare.gov y que funcione "más rápido y mejor", con la ayuda de expertos y técnicos de las principales empresas tecnológicas del país.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, comentó poco después que el "volumen" de entradas a la web "excedió ampliamente" las expectativas del Gobierno, y atribuyó a ese factor parte de los problemas registrados. EFE
El desmayo
Una mujer diabética que asistía detrás del presidente estadounidense, Barack Obama, asufrió un desvanecimiento en plena intervención del mandatario, quien evitó que se desplomara. Karmel Allison, embarazada y con diabetes del tipo 1 (insulinodependiente), se encontraba justo detrás de Obama.