Muchas luces y alguna sombra en la vuelta de Casillas a la portería del Real Madrid

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Tras muchos meses volvió a suceder. El Bernabéu le esperaba con una mezcla de ilusión y expectación y Casillas volvió a ser el de siempre, en lo bueno y en lo malo. El portero del Real Madrid y de la selección española jugó noventa minutos y dejó la portería del equipo a cero por segunda vez esta temporada.

Corría el minuto 94 de partido y el Bernabéu en pie coreaba un cántico habitual hasta hace solo unos meses: "Iker, Iker, Iker". Pero la primera ovación para el portero del Real Madrid llegó con las alineaciones antes del partido.
El último partido en el que Iker Casillas jugó como titular fue el Trofeo Santiago Bernabéu ante el Al Sadd de Raúl, y el ambiente en el estadio era tenso en plena polémica por el portero titular. Diego López había comenzado la Liga como portero titular y a Iker le 'tocaba' el amistoso. Los pitos y una afición dividida estropearon un partido especial.
 
 
Ocho meses después de su último partido oficial, Casillas volvió a ser ovacionado al ser anunciado en los videomarcadores y vivió un partido tranquilo hasta el minuto 93.

Las sombras de Iker

El partido fue un trámite para Casillas que apenas tuvo trabajo pero la primera llegada peligrosa del partido tuvo susto. En un saque de esquina del Copenhague, Iker midió mal la salida y Sigurdsson remató a portería. El balón golpeó en el larguero y tras una posible mano de Modric, el croata despejó.
El propio Iker reconoció que "comenzó nervioso el partido". "Es normal tras ocho meses" señaló el portero del Real Madrid, que asumió también que había tenido algunos problemas con los balones aéreos, su gran problema siempre bajo los palos. Pero el balón no entró y parecía que Casillas había recuperado el 'santo' que se tambaleó con la lesión de Estambul.

Tres paradas decisivas

En la segunda parte no apareció. Parecía que el partido iba a terminar sin sorpresas hasta que, ahora sí, el Casillas de los milagros se hizo presente. Tres paradones en un minutos levantaron al público de sus asientos para corear el nombre del portero. "Iker, Iker, Iker", gritaban los aficionados.
En primer lugar sacó un mano a mano con Bolaños. Cuando el costarricense estaba ante Casillas se le hizo la portería pequeña y el portero mandó la bola a córner con la pierna derecha. Si los balones por alto son su punto débil en el mano a mano pocos porteros tienen su nivel.
Ahí no acabaron los problemas. En el saque del córner el balón voló en el área y Adí remató de cabeza en el segundo palo apenas sin oposición, Casillas volvió a aparecer. El portero sacó la mano izquierda en línea de gol junto al palo y volvió a mandar el balón a córner.
No hay dos sin tres. Aquí Casillas realizó de nuevo una salida mejorable pero se repuso rápido. Volvió de inmediato bajo palos y repelió como pudo un disparo a quemarropa que tenía todas las paletas para ser el gol del honor del Copenhague.
El árbitro había anulado la jugada por falta previa pero el Bernabéu estaba ya rendido a Casillas. Los compañeros le felicitaban, la afición le veneraba y la directiva le elogiaba."Iker tiene un don en el uno contra uno, lo ha demostrado. Ha estado brillante en esas intervenciones", señaló Butragueño después del partido.
Casillas ha vuelto para quedarse, al menos en los partidos de Champions League. Los próximos milagros, el 23 de octubre ante la Juve, un grande de Europa.

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