BANI: La fiesta del libro ha comenzado haciendo volar la poesía ofrecida en la voz y la música con un Silvio Rodríguez, quien cumplió excesivamente la promesa hecha hace muchos años en Montecristi, para venir a cantar en la provincia cuna natal del general Máximo Gómez, también libertador de Cuba.
Silvio cantó anoche en el estadio Luis María Herrera, junto a miles de emocionadas gargantas de la gente que no cabe en el concepto de "fans" apropiado para quienes siguen a otros artistas. No. Se trata de seres sensibles flechados por las inusuales figuras poéticas del poeta cubano que canta y arregle su música, y que exceden el criterio de admiración o fanaticada.
Esos muchachos y muchachas, son una tropa que vive y siente como el artista, tanto como para citar a este espacio, desde las mujeres con sombrero hasta el sueño lúdico e indecible con serpientes de mar.
MaridaliaLo vivido anoche, con motivo de aquel concierto gratuito pero con boletas de entrada entregadas previamente por asuntos de orden, no es describible incluso para los crónicas de arte más avezados. No fue un concierto. Fue comunión de muchas almas en torno al deseo imborrable de la fuerza del amor y la justicia albergan los paradigmas del cambio social, sin sentido ni espacio para los incrédulos de este tiempo.
Maridalia Hernández, renovada en su look y con la misma potencia de su voz, sin dudas la de mayor fortaleza del canto popular dominicano, comparable solo a la de una que se dio el lujo de dejarnos hace poco, una tal Sonia Silvestre, recordada de muchas formas esta noche.
Sonia fue la primera intérprete dominicana de las piezas de Silvio, amiga y aliada del proceso social cubano, diplomática dominicana, solo de cara a Cuba, y dueña de un estilo interpretativo que anoche se sintió palpar tras los gritos, las emociones emanadas a cada entrega del poeta cubano.
Silvio cantó anoche en el estadio Luis María Herrera, junto a miles de emocionadas gargantas de la gente que no cabe en el concepto de "fans" apropiado para quienes siguen a otros artistas. No. Se trata de seres sensibles flechados por las inusuales figuras poéticas del poeta cubano que canta y arregle su música, y que exceden el criterio de admiración o fanaticada.
Esos muchachos y muchachas, son una tropa que vive y siente como el artista, tanto como para citar a este espacio, desde las mujeres con sombrero hasta el sueño lúdico e indecible con serpientes de mar.
MaridaliaLo vivido anoche, con motivo de aquel concierto gratuito pero con boletas de entrada entregadas previamente por asuntos de orden, no es describible incluso para los crónicas de arte más avezados. No fue un concierto. Fue comunión de muchas almas en torno al deseo imborrable de la fuerza del amor y la justicia albergan los paradigmas del cambio social, sin sentido ni espacio para los incrédulos de este tiempo.
Maridalia Hernández, renovada en su look y con la misma potencia de su voz, sin dudas la de mayor fortaleza del canto popular dominicano, comparable solo a la de una que se dio el lujo de dejarnos hace poco, una tal Sonia Silvestre, recordada de muchas formas esta noche.
Sonia fue la primera intérprete dominicana de las piezas de Silvio, amiga y aliada del proceso social cubano, diplomática dominicana, solo de cara a Cuba, y dueña de un estilo interpretativo que anoche se sintió palpar tras los gritos, las emociones emanadas a cada entrega del poeta cubano.
Fuente original: BANI:Silvio Rodríguez estremece la X Feria Regional del Libro.
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