EL JILGUERO: El 911 y la coexistencia pacifica


POR SANTOS SALAVDOR CUEVAS
 Para ECOS DEL SUR

En su devenir histórico todo cuanto ha dado la humanidad, lo ha hecho en aras de su bienestar, su desarrollo, la armonía con la sociedad y la naturaleza y, sobre toda las cosas, la coexistencia pacífica.

Es decir, el hombre ha luchado y resistido desde siempre por el alcance de nuevos peldaños y teniendo como base en la mira a una vida en paz, sin agresiones, ni amenazas, sin pillajes, ni maltratos, sin robos, ni acechanzas malignas para robarle lo suyo o simplemente asesinarle.
 
La delincuencia callejera, la violencia intrafamiliar, el robo vulgar y el miedo que se ha pretendido imponer en nuestra sociedad, son la otra cara del sueño histórico de la humanidad por una coexistencia pacífica y en armonía con la vida.

Es misión de todo Estado, o ser cómplice y/o asociarse al lupenismo, las lacras que pululan y acechan en nuestras calles de Dios, o, en su defecto, el Estado debe mostrarse "justo y enérgico" apl! icando las políticas sociales que garanticen el retorno a la convivencia pacífica que tanto anhela la ciudadanía.

El surgimiento del  9-1-1, no es el inicia de una moda, sino de una necesidad que surge al servicio de los ciudadanos que en verdad propugnan por la convivencia pacífica, es un canal abierto 24/7 para aguardar por su llamada y facilitar el socorro de lugar, es decir, para preservarle su integridad corporal, sus derechos y sus vidas.

Es un acontecimiento (histórico si vale decir) el recibir la información de que en apenas 4 días de haber iniciado el funcionamiento del 9-1-1, 94 hombres fueron sometidos al mandato de la Ley, todo en respuesta a 94 llamadas de mujeres que se sentían amenazadas por su pareja, nos preguntamos, ¿Cuántas vidas se salvaron en esas 94 llamadas? ¿Cuántos hogares  con esas llamadas y respuestas a tiempo lograron mantenerse unidos, pero sin violencia?.

El caso es interesante, aunque preocupa que las llamadas sólo surgieran del gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, es cómo si el 9-1-1 no existiera para la otra parte del territorio nacional, o cómo si sólo en santo Domingo existiera la violencia de género.  De todas maneras, estamos frente a un ensayo que debe ser fortalecido, protegido y defendido por toda la población. 
 

Resultó muy preocupante el hecho de que el 9-1-1 se utilice para llamadas indeseadas, lo que constituye un boicot y ataque directo al derecho que tiene la sociedad a una coexistencia pacífica y armoniosa; de tal magnitud es su preocupación que hasta el primer mandatario de la nación, el presidente Licenciado Danilo Medina, solicitó públicamente el concurso de los medios de comunicación para persuadir a la población sobre estas implicaciones.

Debe existir una tolerancia cero con aquellos que pretenden empañar y hacer colapsar esta herramienta nacional, la que debe ser asumida con responsabilidad, con entusiasmo y lejos de las banderías políticas por toda la sociedad.

Ojalá y se pueda valorar en su justa dimensión  la importancia del 9-1-1 en estos momentos de intranquilidad colectiva.


Fuente original: EL JILGUERO: El 911 y la coexistencia pacifica.

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