OPINION: A Bonaparte con respeto, que es lo mismo. ¡Al maestro con cariño! (I)


POR ALEJANDRO SANTANA
Articulo enviado a ECOS DEL SUR.

Desde que comencé a usar pantalones largos, peinarme el cabello y acomodarme las cejas, he escuchado hablar de Bonaparte Gautreax Piñeyro, como un digno hijo de mi querida Barahona.
 
Se de su época de músico en nuestra natal, nunca lo he tratado, en cambio si llegue a tratar mas íntimamente a don Delio, hombre honesto, sincero, amistoso, cariñoso, ser humano que no levantaba la voz por no ofender a la naturaleza.
 
Mis conocimientos de Bonaparte se remontan a la época en que sale de esta ciudad y cae en Radio Comercial al noticiario Noti Tiempo, ahí comencé a escuchar sus bravuconerías a favor de las libertades, publicas.
 
Debo confesar que en el ejercicio del periodismo fue uno de mis inspiradores, me cautivaban sus transmisiones en vivo, lo mismo que también ocurrió a otros.
 
Barahona lo recuerda con cariño, igual que a todos los miembros de su familia, pero no se donde se metió en otras épocas en que hemos necesitado de la solidaridad frente a otras aberraciones que han heri! do nuestras posesiones.
 
Se tumbo y borro de cuajo al cine Unión, se convirtió en parqueo de un hotel la casa donde vivió José Martí, otra vivienda que queda mas abajo del hotel Barahona, es un escombro, es propiedad del Obispado,  y está en ruinas.
 
Los siete candado, una casa de madera localizada en la calle General Cabral, donde vivió Rómulo Betancourt, ex presidente de Venezuela también está en ruinas.
 
Al final de esa misma General Cabral, quedaron los simientes de un aserradero que sin lugar a dudas fue una de las insignias de nuestro desarrollo y también fue borrado y no escuchamos su voz.
 
Las casas que construyeron los Norte Americanos, en lo que hoy se conoce como Villa Central, símbolo del desarrollo de esta región, han ido desapareciendo o están en muy mal estado, incluyendo la oficina central de la empresa hoy arrendada.
 
Pero a nadie le interesa ninguna de estas construcciones históricas ligadas a nuestros días de desarrollo, ahí nadie ha tenido protagonismo.
 
Lo de protagonismo, maestro no es su caso porque si usted en la vida ha cometido algún pecado, quedo borrado para siempre con su postura firme a favor de nuestras libertades.
 
Maestro me inquieta que usted se haya dejado convencer por protagonismo mediático, precisamente del problema de la glorieta de nuestro parque central.


Fuente original: OPINION: A Bonaparte con respeto, que es lo mismo. ¡Al maestro con cariño! (I).

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