La historia del déficit eléctrico y los padecimientos de la economía a causa de la deficiencia del servicio y su alto costo, no tiene que ser contada. La conocemos y la sufrimos.
Como siempre, se han suscitado críticas. Una muy cautelosa de gente del propio sector eléctrico que ve con ojeriza la intervención del Estado en la generación y la otra de quienes vaticinan una catástrofe ecológica.
En un caso habría que señalar que no han respondido en los términos esperados para mejorar la generación en condiciones y precios que impacten hacia la baja los altos costos.
Además, el gobierno no puede quedarse de brazos cruzados ante el hecho de que en el 2016 está llamado a renegociar los acuerdos de Madrid y difícilmente obtendría algunos resultados favorables si no tiene cómo evitar presiones de quienes disponen suspensiones de servicios para conseguir resultados.
En el otro caso, podría decirse que el carbón es un insumo manejable en medio mundo, simplemente.
Lo importante es que el gobierno se ha atrevido, y dio el primer palazo. La obra tendrá en lo inmediato un impacto económico en la zona. Cientos de personas empezarán a trabajar.
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