EFE - El Gobierno colombiano bajó hoy el tono al incidente provocado por dos bombarderos rusos que violaron su espacio aéreo, cuyo manejo seguirá por canales diplomáticos, al tiempo que garantizó que la seguridad nacional no estuvo en peligro.
Dos Tupolev-160 penetraron en el espacio aéreo colombiano el miércoles de la semana pasada, cuando volaban entre Venezuela y Nicaragua, y volvieron a hacerlo dos días después, en el viaje de regreso entre Managua y Caracas, ocasión en la que fueron "invitados" a salir por dos cazas Kfir que interceptaron su vuelo, precisó hoy el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
El ministro destacó la oportuna reacción de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) desde la primera vez que detectó el paso de los bombarderos estratégicos rusos, aseguró que el país andino actuó con "prudencia" y que los tripulantes de los Kfir evitaron "una situación crítica".
"Estos temas se manejan con toda la prudencia con toda la diplomacia, y por lo tanto el tema lo seguirá manejando la cancillería", dijo el ministro hoy en una declaración a periodistas en la que explicó con detalle lo ocurrido.
La víspera, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que su Gobierno enviará una nota diplomática de protesta a Moscú porque los dos TU-160 no solicitaron el permiso requerido para estos casos.
"Como son aviones militares y de Estado, han debido pedir permiso. No lo pidieron", dijo el mandatario.
La FAC expidió hoy un comunicado en el que explicó que aeronaves de ese tipo "deben tramitar un permiso del Gobierno nacional para cruzar el espacio aéreo y evitar cualquier tipo de incidente, permiso que no fue solicitado a la Fuerza Aérea Colombiana".
Según el ministro de Defensa, la primera incursión, el 30 de octubre, "causó extrañeza" en el sistema de defensa aérea y "simplemente se permitió ese sobrepaso", pero luego, el 1 de noviembre, al ser detectados nuevamente los aviones rusos por los radares de la isla colombiana de San Andrés, la FAC envió dos cazabombarderos Kfir, de fabricación israelí, para interceptarlos.
"Un avión de inteligencia los detecta nuevamente, acompaña su desplazamiento en territorio colombiano y en consecuencia dos aviones Kfir interceptan estas aeronaves y las invitan, de acuerdo con todos los protocolos internacionales, a salir del espacio aéreo colombiano", explicó el ministro.
Tanto Pinzón como el comandante de la FAC, general Guillermo León León, aseguraron que la reacción "demuestra la capacidad que tiene Colombia para proteger nuestra soberanía", en palabras del ministro.
"Esta operación está demostrando que el país se puede sentir de alguna manera tranquilo en el sentido de que hay una vigilancia permanente de su espacio, que sabemos qué está cruzando nuestro espacio aéreo y que tenemos aeronaves con capacidad de reaccionar y neutralizar cualquier amenaza", manifestó el general León.
Sin embargo, el incidente ha causado suspicacia en algunos sectores que consideran que Colombia debe indagar si fue algo casual o si tiene algo que ver con el litigio marítimo que el país tiene en el Caribe con Nicaragua, país aliado de Rusia en el campo político y militar.
"Nos están midiendo el aceite (probando). Esto es un acto de provocación de los rusos. Debemos estar alerta", dijo a la W Radio el general retirado Héctor Fabio Velasco, que fue comandante de la FAC entre 1998 y 2003.
Especialistas en derecho internacional han señalado también que Colombia, como país de tránsito de los bombarderos rusos, debía haber sido informada además del tipo de armamento que llevaban las aeronaves y si transportaban tropa.
Más contundente en sus críticas fue el senador Roy Barreras, del Partido de la U, el mismo del presidente Santos, quien sugirió que si un incidente así se repite, los aviones intrusos "sean derribados por la Fuerza Aérea".
"No basta una nota de protesta de la cancillería, hay que advertirle claramente al Gobierno ruso que si vuelven a pasar aviones de guerra sin permiso sobre el espacio colombiano serán derribados", dijo Barreras, quien fue presidente del Senado entre 2012 y 2013.