La madre mas joven del mundo con apenas 5 años

Su padre, Tiburcio Medina, notó que Lina —una de sus nueve hijos— tenía el vientre abultado y ante las supersticiones de sus vecinos (quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes) a mediados de abril de 1939 la llevó con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.
El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, la capital del Perú, donde otros especialistas diagnosticaron que Lina estaba embarazada. Había concebido su hijo a la edad de cuatro años y ocho meses. A los dos años y ocho meses de edad había empezado a menstruar. Un mes después, el día 14 de mayo de 1939, Lina—de cinco años, siete meses y 21 días de edad— dio a luz a un niño mediante una cesárea realizada por los cirujanos Dr. Lozada, Dr. Rolando Colareta y Dr. Bussalleu.


Gerardo Medina

Su hijo, Gerardo Medina (quien heredó el nombre del partero), pesó 2.700 gramos. Los abuelos rechazaron una oferta de viajar para ser exhibidos en la Feria Mundial de Nueva York (con gastos pagados y 4.000 dólares por mes). Pero aceptaron otra oferta de 5.000 dólares de un empresario estadounidense para que madre e hijo viajaran para ser investigados por científicos en Estados Unidos (la propuesta incluía un fondo que garantizaba su bienestar de por vida). Pero el gobierno peruano decretó que Lina y su hijo estaban en “peligro moral” y decidió crear una comisión especial para protegerla. En pocos meses abandonaron el caso y Lina nunca recibió un centavo.
Su hijo fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos, pero a la edad de diez años se enteró de que Lina no era su hermana sino su madre. Murió a los 40 años de edad a causa de una rara enfermedad.1




Su padre, Tiburcio Medina, notó que Lina —una de sus nueve hijos— tenía el vientre abultado y ante las supersticiones de sus vecinos (quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes) a mediados de abril de 1939 la llevó con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.
El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, la capital del Perú, donde otros especialistas diagnosticaron que Lina estaba embarazada. Había concebido su hijo a la edad de cuatro años y ocho meses. A los dos años y ocho meses de edad había empezado a menstruar. Un mes después, el día 14 de mayo de 1939, Lina—de cinco años, siete meses y 21 días de edad— dio a luz a un niño mediante una cesárea realizada por los cirujanos Dr. Lozada, Dr. Rolando Colareta y Dr. Bussalleu.

No se sabe quién fue el padre del niño. El padre de Lina, Tiburcio, estuvo preso varios días como sospechoso de violación. Cuando fue liberado, las sospechas recayeron sobre uno de los hermanos de Lina, retrasado mental. En el Perú se llegó a creer que Lina era una especie de Virgen María, que había concebido sin pecado original, por obra y gracia del Espíritu Santo. Todavía hoy en el pueblo de Antacancha los pobladores creen que Gerardo fue hijo del dios Sol.

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