Irlanda vota en un referéndum sobre la eliminación del Senado

El índice de participación podría situarse por debajo del 50 %, según estimaciones


DUBLÍN.- Los colegios electorales cerraron hoy en Irlanda tras quince horas de votación en el referéndum sobre la eliminación del Senado, con un índice de participación que podría situarse por debajo del 50 %, según estimaciones de la Radiotelevisión irlandesa (RTE).

Al cierre de los centros electorales a las 21.00 GMT, se constató la baja afluencia a las urnas del poco más de tres millones de irlandeses con derecho a voto, lo que podría castigar a los partidarios de la abolición de la Cámara Alta. 

El recuento de los votos de la consulta comenzará mañana a las 8.00 horas GMT y a media mañana se podría conocer ya resultados provisionales, si bien los definitivos no se anunciarán hasta las 15.00 o 16.00 horas GMT, siempre y cuando no se soliciten recuentos.

Las últimas encuestas situaban ligeramente por encima del 60 % el apoyo a la propuesta del Gobierno de coalición entre conservadores y laboristas para abolir el Senado, un órgano que cuesta al Estado 20 millones de euros anuales. 

No obstante, el alto número de indecisos y la baja participación, que por lo general beneficia a las posiciones minoritarias, podría arrojar un resultado más ajustado de lo previsto. 

Además del argumento económico, importante para el electorado de un país rescatado, el Ejecutivo también ha insistido durante la campaña en que el Senado es un foro anticuado, irrelevante y elitista, pues sus 60 miembros son elegidos por un selecto grupo de irlandeses, la mayoría políticos, que representan al 3,3 % de la población. 

Solo el principal partido de la oposición, el Fianna Fail, ha apostado por el mantenimiento de la Cámara Alta, pero propone someterlo a una profunda reforma que refuerce su papel de vigilancia y asesoramiento a la Cámara Baja (Dáil). 

En caso de victoria del "sí", la supresión del Senado iría acompañada de la eliminación de ocho de los 166 escaños del Dáil, cuya nueva composición entraría en vigor después de las próximas elecciones generales, previstas para 2016. 

Establecido en 1937 en su actual forma, el Senado tiene poderes para efectuar recomendaciones sobre un proyecto de ley y, aunque no puede bloquearlo, puede retrasar el proceso durante un periodo de hasta tres meses. 

El Gobierno del primer ministro, el democristiano Enda Kenny, sostiene que los mecanismos de "control y equilibrio" del Senado sirven para muy poco y promete reforzar la vigilancia sobre el Ejecutivo a través de los comités multipartitos del Dáil, cuyo número está previsto que se amplíe de doce a catorce. 

Además de esta cuestión, el electorado también se pronunció en la consulta popular de hoy sobre el establecimiento de un nuevo Tribunal de Apelación. 

En la actualidad, el sistema judicial irlandés lo componen el Tribunal de Distrito, el Tribunal de Circuito, el Tribunal Superior y el Tribunal Supremo. También existe un Tribunal de Apelación Penal para recursos de procesos penales tramitados en el Tribunal Superior, en el Tribunal de Circuito y en el Tribunal Especial Penal. 

No obstante, la mayoría de las apelaciones acaban en el Supremo, cuya capacidad se ha quedado pequeña para hacer frente al volumen de recursos actuales. Así, el Gobierno ha pedido el "sí" al electorado para crear un Tribunal de Apelación que tramitaría la mayoría de los recursos que ahora acaban en el Supremo y descongestione la labor de la máxima instancia judicial irlandesa, que se ocuparía de recursos de apelación en casos muy especiales.

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