AMAN, Jordania. Rebeldes sirios, encabezados por combatientes vinculados con al-Qaida, tomaron el control de una villa cristiana al noreste de Damasco y obligaron a cientos de habitantes a huir, dijeron ayer activistas y testigos.
La lucha por el control de Malula, un antiguo poblado en las montañas en el que se encuentran dos de los monasterios más antiguos aún en operación en Siria, ha puesto de relieve los profundos temores de muchos fieles de minorías religiosas en el país en torno al creciente papel de los extremistas islámicos dentro del bando de los insurgentes en la guerra civil contra el régimen del presidente Bashar Assad.
El protagonismo de combatientes vinculados con al-Qaida ha sido un factor que ha influido en la renuencia de las potencias occidentales a proporcionar apoyo militar directo a los insurgentes, y también ha estado presente en el debate que se lleva a cabo en el Congreso de Estados Unidos para determinar si ese país lanzará ataques contra Siria en represalia por un presunto ataque con armas químicas el mes pasado.
Después de días de enfrentamientos dentro y en los alrededores de Malula, los insurgentes capturaron el poblado luego de intensos combates el sábado por la noche, de acuerdo con el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos. ap
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