El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha advertido al Gobierno francés de que las subidas de impuestos han llegado ya a un nivel "crítico" y ha sugerido un mayor control del gasto público como fórmula para seguir avanzando en la "disciplina presupuestaria".
En una entrevista con Le Journal du Dimanche, Rehn ha advertido del riesgo que pueden tener los impuestos para el nivel de empleo y el crecimiento en Francia. A la pregunta de si las autoridades galas deben dejar de aumentar la presión fiscal, el comisario europeo ha respondido de forma rotunda: "Absolutamente".
"Las subidas de impuestos en Francia han llegado a un nivel crítico. Incrementar de nuevo las tasas afectaría al crecimiento y el empleo. La disciplina presupuestaria debe pasar por una bajada del gasto público y no por nuevos impuestos", ha explicado.
En este sentido, ha insistido especialmente en la necesidad de "evitar" cargas adicionales sobre el trabajo, al tiempo que ha calificado de "demasiado elevada" la fiscalidad relativa a ahorros e impuestos de sociedades.
"Si el Gobierno tiene que imponer nuevos impuestos en Francia", deberían ser "impuestos inteligentes", ha declarado Rehn, que ha planteado la introducción de tasas ecológicas adicionales.
Avances en el buen sentido
El comisario europeo de Asuntos Económicos ha considerado que Francia ha adoptado reformas estructurales que avanzan en el "buen sentido", si bien cree que el país no ha llegado "tan lejos" ni ha ido "tan rápido" como al Ejecutivo comunitario le hubiese gustado.
La Comisión Europea aún espera resultados en "tres frentes", en alusión a la "competitividad" empresarial, la "apertura del mercado de servicios" y de los sectores el transporte y la energía y, por último, el sistema de pensiones, cuya reforma Francia debe encarar con "más valentía", según Rehn.