JINAN, China . El destituido político chino Bo Xilai admitió el sábado ante un tribunal de justicia que cometió errores que provocaron el embarazoso intento de deserción a Estados Unidos de su principal asistente, pero negó responsabilidad penal por el incidente que desencadenó el peor escándalo político nacional en décadas.
"Cometí errores y estuve en falta. Dañé la reputación del partido y de la nación y estoy muy avergonzado", dijo Bo al tribunal de Jinan en el tercer día de su juicio por corrupción y abuso de poder.
"Pero si fue delito o no es otra cuestión", agregó.
El Partido Comunista gobernante utiliza el juicio a Bo, ex miembro del Politburó y líder del partido en la ciudad de Chongqing, para ventilar un resonante escándalo político desencadenado por revelaciones de que su esposa mató a un empresario británico.
El escándalo condujo a la destitución política de Bo, cimentada por cargos penales de interferir con la investigación de un asesinato y de embolsarse 4,3 millones de dólares mediante corrupción. Los tribunales de justicia en China son controlados por el Partido Comunista, de modo que se anticipa una condena, pero Bo ha presentado una defensa inesperadamente enérgica.
La jornada del sábado se centró en los acontecimientos en la época en que el ex asistente principal del acusado, el jefe de policía de Chongqing, Wang Lijun, huyó a un consulado de Estados Unidos en la ciudad vecina de Chengdu en febrero del 2012 temiendo por su seguridad después que dijo a Bo que la esposa del político había matado a un socio británico.
Bo dijo al tribunal el sábado que reaccionó indignado ante esa noticia, que abofeteó al jefe de policía y arrojó al piso una taza porque pensó que Wang estaba tratando de incriminar a su esposa por el delito. Bo negó que hubiese tratado de encubrir el asesinato.
En su testimonio, Wang dijo que Bo lo golpeó y le hizo sangrar la boca y que ese encuentro violento, como también la desaparición de sus subordinados que investigaban el asesinato, lo hicieron huir al consulado estadounidense.
Asimismo, Bo negó que hubiese desfalcado 5 millones de yuanes (800.000 dólares) en fondos del gobierno en el 2000 y dijo que su esposa fue quien robó el dinero. Reveló que la pareja estaba distanciada después que él le fue infiel a su mujer.
En agosto del 2012, la esposa de Bo fue condenada por el asesinato del empresario británico. Ella se declaró culpable y se dieron a conocer pocos detalles.
"Cometí errores y estuve en falta. Dañé la reputación del partido y de la nación y estoy muy avergonzado", dijo Bo al tribunal de Jinan en el tercer día de su juicio por corrupción y abuso de poder.
"Pero si fue delito o no es otra cuestión", agregó.
El Partido Comunista gobernante utiliza el juicio a Bo, ex miembro del Politburó y líder del partido en la ciudad de Chongqing, para ventilar un resonante escándalo político desencadenado por revelaciones de que su esposa mató a un empresario británico.
El escándalo condujo a la destitución política de Bo, cimentada por cargos penales de interferir con la investigación de un asesinato y de embolsarse 4,3 millones de dólares mediante corrupción. Los tribunales de justicia en China son controlados por el Partido Comunista, de modo que se anticipa una condena, pero Bo ha presentado una defensa inesperadamente enérgica.
La jornada del sábado se centró en los acontecimientos en la época en que el ex asistente principal del acusado, el jefe de policía de Chongqing, Wang Lijun, huyó a un consulado de Estados Unidos en la ciudad vecina de Chengdu en febrero del 2012 temiendo por su seguridad después que dijo a Bo que la esposa del político había matado a un socio británico.
Bo dijo al tribunal el sábado que reaccionó indignado ante esa noticia, que abofeteó al jefe de policía y arrojó al piso una taza porque pensó que Wang estaba tratando de incriminar a su esposa por el delito. Bo negó que hubiese tratado de encubrir el asesinato.
En su testimonio, Wang dijo que Bo lo golpeó y le hizo sangrar la boca y que ese encuentro violento, como también la desaparición de sus subordinados que investigaban el asesinato, lo hicieron huir al consulado estadounidense.
Asimismo, Bo negó que hubiese desfalcado 5 millones de yuanes (800.000 dólares) en fondos del gobierno en el 2000 y dijo que su esposa fue quien robó el dinero. Reveló que la pareja estaba distanciada después que él le fue infiel a su mujer.
En agosto del 2012, la esposa de Bo fue condenada por el asesinato del empresario británico. Ella se declaró culpable y se dieron a conocer pocos detalles.