WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, propuso hoy un plan para fomentar una universidad más asequible a través de un nuevo sistema de calificación que premiaría a los centros con menores costes de matrícula y mayores índices de graduación.
La iniciativa de Obama entraría en vigor en el curso escolar de 2015 y daría preferencia en la concesión de subvenciones federales a las universidades que obtengan un buen puesto en el nuevo sistema de calificación, una medida para la que será necesaria legislación del Congreso.
"La educación superior no puede ser un lujo. Es un imperativo económico", dijo Obama al anunciar su plan en un discurso en la Universidad de Buffalo (Nueva York), dentro de una gira en autobús de dos días centrada en la educación.
El presidente argumentó que "la trayectoria actual del sistema" de financiación de los estudios universitarios "no es sostenible", dado que, en las últimas tres décadas, el coste medio de la matrícula para una carrera de cuatro años en una universidad pública "ha subido más del 250 %".
"Mientras, los ingresos de una familia típica han subido sólo un 16 %. Hay una gran brecha", destacó el mandatario.
Su nuevo método de calificación de las universidades se basará en criterios como el coste medio de la matrícula, la deuda de los estudiantes, los índices de graduación, el porcentaje de alumnos de bajos ingresos y la integración de los estudiantes en el mercado de trabajo.
"Hay universidades que cumplen esto, pero también hay otras que tienen tasas más altas de abandono que de graduación. Y los contribuyentes no deberían estar subvencionando a los estudiantes para que vayan a centros donde los jóvenes no se están graduando.
Eso no beneficia a nadie", destacó Obama. Además el plan otorgaría fondos extra a las universidades en función del número de estudiantes con becas del programa Pell que se gradúen, y pide a las universidades que desembolsen las subvenciones para los estudiantes gradualmente a lo largo del semestre, en lugar de en un único pago al comienzo del mismo.
"Los estudiantes deberán completar las clases en las que están matriculados antes de recibir becas para el próximo semestre", agregó el mandatario.
Obama ha encargado al secretario de Educación, Arne Duncan, que desarrolle el sistema en colaboración con las universidades antes del curso escolar 2015, pero necesitará la aprobación del Congreso si quiere que los fondos federales puedan otorgarse según ese sistema.
El presidente del Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes, el republicano John Kline, celebró hoy el interés de Obama en fomentar la competición e innovación entre universidades, pero se mostró escéptico respecto al plan.
"Estoy preocupado de que imponer un sistema arbitrario de calificación de universidades pueda limitar esa misma innovación que confiamos en alentar, e incluso llevar a controles federales sobre el precio", indicó Kline en un comunicado.
Para Obama, no obstante, el sistema es una alternativa a los "ránkings" privados de clasificación de los centros de estudio, como el de U.S. News & World Report, que "en algunos casos premian a las universidades por subir los costes", aseguró.
"Creo que deberíamos evaluar las universidades según las oportunidades -¿están ayudando a triunfar a los estudiantes de todo tipo de procedencia?- y los resultados que tienen para los estudiantes y sus padres", apuntó el mandatario.
La iniciativa de Obama entraría en vigor en el curso escolar de 2015 y daría preferencia en la concesión de subvenciones federales a las universidades que obtengan un buen puesto en el nuevo sistema de calificación, una medida para la que será necesaria legislación del Congreso.
"La educación superior no puede ser un lujo. Es un imperativo económico", dijo Obama al anunciar su plan en un discurso en la Universidad de Buffalo (Nueva York), dentro de una gira en autobús de dos días centrada en la educación.
El presidente argumentó que "la trayectoria actual del sistema" de financiación de los estudios universitarios "no es sostenible", dado que, en las últimas tres décadas, el coste medio de la matrícula para una carrera de cuatro años en una universidad pública "ha subido más del 250 %".
"Mientras, los ingresos de una familia típica han subido sólo un 16 %. Hay una gran brecha", destacó el mandatario.
Su nuevo método de calificación de las universidades se basará en criterios como el coste medio de la matrícula, la deuda de los estudiantes, los índices de graduación, el porcentaje de alumnos de bajos ingresos y la integración de los estudiantes en el mercado de trabajo.
"Hay universidades que cumplen esto, pero también hay otras que tienen tasas más altas de abandono que de graduación. Y los contribuyentes no deberían estar subvencionando a los estudiantes para que vayan a centros donde los jóvenes no se están graduando.
Eso no beneficia a nadie", destacó Obama. Además el plan otorgaría fondos extra a las universidades en función del número de estudiantes con becas del programa Pell que se gradúen, y pide a las universidades que desembolsen las subvenciones para los estudiantes gradualmente a lo largo del semestre, en lugar de en un único pago al comienzo del mismo.
"Los estudiantes deberán completar las clases en las que están matriculados antes de recibir becas para el próximo semestre", agregó el mandatario.
Obama ha encargado al secretario de Educación, Arne Duncan, que desarrolle el sistema en colaboración con las universidades antes del curso escolar 2015, pero necesitará la aprobación del Congreso si quiere que los fondos federales puedan otorgarse según ese sistema.
El presidente del Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes, el republicano John Kline, celebró hoy el interés de Obama en fomentar la competición e innovación entre universidades, pero se mostró escéptico respecto al plan.
"Estoy preocupado de que imponer un sistema arbitrario de calificación de universidades pueda limitar esa misma innovación que confiamos en alentar, e incluso llevar a controles federales sobre el precio", indicó Kline en un comunicado.
Para Obama, no obstante, el sistema es una alternativa a los "ránkings" privados de clasificación de los centros de estudio, como el de U.S. News & World Report, que "en algunos casos premian a las universidades por subir los costes", aseguró.
"Creo que deberíamos evaluar las universidades según las oportunidades -¿están ayudando a triunfar a los estudiantes de todo tipo de procedencia?- y los resultados que tienen para los estudiantes y sus padres", apuntó el mandatario.
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