Un nuevo gigante surca los océanos: el Majestic Maersk es el buque de carga más grande del mundo.
Pero no lo hace a toda velocidad, apenas a 29 kilómetros por hora en promedio. Y muchos puertos no pueden recibirlo debido a su tamaño.
¿Para qué, entonces, construir una embarcación de estas dimensiones?
La clave está en el comercio internacional entre Europa y China.
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