El que la oposición parlamentaria previniera que Reino Unido se sumara a una acción militar de EE.UU. contra Siria es un momento definitorio para la política exterior británica.
BBC Mundo La movida plantea preguntas sobre el futuro de la alianza entre Londres y Washington y sobre la capacidad del primer ministro británico de conducir una guerra sin una mayoría en la Cámara de los Comunes.
La verdad es que ha habido antes momentos en los que un gobierno británico ha declinado participar en una campaña dirigida por los estadounidenses.
Quizá los más emblemáticos hayan sido cuando el primer ministro Harold Wilson decidió no comprometer tropas en Vietnam o cuando John Major dio muchos rodeos para intervenir en Somalia en 1992.
En esas ocasiones hubo diferentes puntos de vista entre varios departamentos del gobierno y miembros del gabinete. Recuerdo, por ejemplo, que el Ministerio de Defensa era hostil a la idea de enviar tropas a Somalia, mientras que la Cancillería lo veía con mejores ojos.
Al final, tanto Wilson como Major tomaron decisiones políticas luego de escuchar los puntos de vista de varios expertos. BBCMundo.com
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